Diego Armando Maradona está convirtiéndose en el nuevo director técnico de la selección argentina de fútbol en reemplazo de Alfio Basile.
Las encuestas no lo preferían, ya que en la mayoría de ellas, Bianchi era el ganador, pero tal como se hace todo en este país, todo depende de una persona. En este caso de Julio Grondona, el padrino que tenemos como presidente de la AFA (Asociación del Fútbol Argentino). Tal como Cristina decide por encima del Congreso, Grondona decide por encima del comité ejecutivo de AFA.
Ahora bien, ¿importa mucho si Maradona ó Bianchi ó quien sea, es el mejor técnico para la selección? La verdad que no. Esto es sólo fútbol, un deporte popular, pero que no modifica, salvo en el ánimo de los futboleros si se gana o se pierde. Jamás deberíamos dramatizar una derrota o festejar desaforadamente una victoria deportiva. Nadie discute que nos ponemos muy contentos cuando gana la selección y un poco apáticos cuando pierde, pero, por favor, hasta ahí solamente.
Los problemas no están en el fútbol, sino en la serie de gobiernos corruptos, incapaces, vergonzosos, indignantes, repudiables, impresentables que nos gobiernan. Estos nos hacen la vida muy difícil y hacen que miles de personas pasen penurias económicas, hambre, no tengan un trabajo digno, ó duerman a la luz de las luminarias de la calle ó en los bancos de las plazas tapados con un diario o cartón.
A Maradona lo suelen criticar por el estilo de vida que llevó, pero no nos olvidemos que fue, es y será su propia vida. Las drogas, el borde de la bancarrota, la separación de su mujer, no disfrutar plenamente de sus hijas, amigos y familia quizás hayan sido suficiente castigo y aprendizaje para el.
No tengo certeza que Diego Armando Maradona sea el mejor técnico para nuestra selección de fútbol, pero si hay alguien que nos representa en el mundo con todo lo que dio futbolisticamente es el. ¿Alcanza? Para algunos sí, para otros no. No importa, es sólo fútbol.
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