Duplican precio de Estados Unidos. Ganan las empresas protegidas, pierden consumidores
La TV ataca. Y más en la Argentina. La industria de los televisores cerró 2011 con 1.800.000 unidades vendidas, lo que implica una suba del 38% en comparación con 2010. Pero la contracara es que los precios en el país son los más altos del planeta. Acceder hoy a un LCD 32" cuesta u$s 800 promedio, mientras que un televisor similar en Estados Unidos tan sólo u$s 400. Esta diferencia también se da con los LED: uno de 32" que en la Argentina sale u$s 839, se consigue por sólo u$s 539 en EE.UU.
Los productores locales se excusan ante este récord de precios de las TV en la Argentina. Diego García Villanueva, CEO de Newsan que ensambla productos electrónicos en Tierra del Fuego, explicó que «la mano de obra en la Argentina es más cara que en otros países. Además, hay situaciones de volumen de escala de producción y una estructura impositiva muy alta». A la tecnología importada hay que sumarle un 20,48% de impuestos internos y el 21% de IVA. Pero en realidad, para los productos nacionales los impuestos internos son sólo del 7% y el IVA del 21% se factura pero no se deposita. A pesar de que la Ley 26.539 estableció hace dos años estos beneficios impositivos para los productos fabricados en Tierra del Fuego, aún no logran competir con el precio de los televisores de Estados Unidos, que se exportan principalmente desde China y Japón.
¿Cómo se explica que con los precios más caros del planeta haya igual un boom en ventas de TV? El pago en cuotas esconde el alto precio final. El público se fija más en el valor de la cuota mensual que en el total de pesos que le demanda la compra final. «Para tener un hogar multimedia en la Argentina se necesitan entre 12 y 16 sueldos básicos. Es muy elevado el precio por el sueldo que se cobra. Hoy el negocio de tecnología pasa por las alianzas financieras. Con una tarjeta de crédito de un banco se puede pagar un producto en 24 o 36 cuotas sin interés. El argentino es muy consumista sin tener plata propia», explicó Adrián Grimberg, jefe de ventas de Panasonic. Además, agregó que la demanda es mayor que la oferta principalmente porque los jóvenes no ahorran, en realidad no pueden ahorrar demasiado y la tecnología es su producto de consumo por excelencia.
En Brasil los precios superan holgadamente a los de EE.UU. pero sin llegar al extremo de lo que sucede en la Argentina. Así se da el caso de que un televisor Philips LED de 40 pulgadas tiene un costo que ronda los 1.000 dólares. Un alto ejecutivo de una empresa japonesa confesó a este diario lo que sintéticamente se muestra en el cuadro: «las TV más caras están en la Argentina». La ley de promoción tecnológica para los productos fabricados en Tierra del Fuego y la imposición de las licencias no automáticas para las importaciones están generando un cambio que beneficia a las empresas del sector pero no precisamente a los consumidores. ¿Intervendrá Moreno? Difícil: la TV no está en la canasta básica. Para 2012 las empresas estiman vender alrededor de 2 millones y medio de televisores. Sin embargo, con una estructura impositiva tan alta en la Argentina, un tipo de cambio atrasado y un margen de ganancia que es mayor que el del mercado norteamericano, la brecha en los precios de los televisores seguirá igual que hasta ahora.
Fuente: Ámbito Financiero
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