“Estoy engripado”. Esta frase se empieza a escuchar con mucha frecuencia en estos días y, en general, se usa para describir cualquier cosa que venga con estornudos, tos, algo de fiebre y nos haga sentir mal.
Pero ocurre que el 99 por ciento de las veces, el “autodiagnóstico” está errado, y lejos de tener gripe, lo que se padece no es más que un resfrío. O sea, una enfermedad molesta, pero que no pasa a mayores.
“El que tuvo una vez gripe, no se la olvida nunca más, y no vuelve a confundir esta enfermedad, que puede ser seria e incluso fatal, con un resfrío que es una infección banal”, asegura el médico clínico Carlos Presman, quien informa que lo que se está viendo en Córdoba en la consulta médica ambulatoria –al menos hasta ahora– son resfríos y no gripe.
Las confusiones provienen de que en ambos casos se trata de infecciones respiratorias, con síntomas más o menos parecidos, que se contagian a través de virus que se transmiten a través del aire y que ingresan al organismo por la nariz o la boca.
El resfrío es provocado por un tipo de virus denominados adenovirus, y sus síntomas son secreción nasal acuosa, acompañada por estornudos, tos seca (escasa), dolores articulares leves y febrícula, que es la fiebre entre 36,5°C y 38°C, y en general suele durar entre 48 y 72 horas, según precisa el médico.
“Pero esta infección puede ser persistente, porque como hay más de 200 adenovirus, una persona puede tener resfríos muchas veces en un año”, aclara Presman. Y señala que una manera práctica de distinguir entre el resfrío y la gripe es que el primero hace que uno se sienta mal, pero no lo tira a la cama.
“Ante un resfrío, hay que apelar a los pañuelos y a la paciencia, y quizás a algún analgésico que no sea aspirina”, indica el médico.
Pero también aclara que esta infección puede prolongarse o volverse más persistente si al virus que lo origina se suma un fondo alérgico en el paciente. “En estos casos, a veces se prescribe un antihistáminico o corticoide local nasal, para paliar la rinitis”, señala.
La gripe o influenza, a su vez, es producida por el virus influenza, y a diferencia del resfrío, puede generar complicaciones infecciosas graves y tiene una mortalidad del 0,4 por ciento, cuya causa más frecuente es la neumonía provocada por el neumococo, según explica el profesional.
Tiene un inicio muy característico: comienza en forma brusca, con fiebre alta, a la vez que provoca fuerte dolor articular y en los músculos, dolor de cabeza, tos, dolor de garganta y mucho malestar general.
“El paciente se siente realmente mal y no se puede mover de la cama”, puntualiza el profesional, quien señala que, justamente a raíz del fuerte malestar, la consulta al médico no suele hacerse esperar.
Ante una gripe, hay que hacer reposo, tomar mucho líquido y bajar la fiebre con paracetamol o ibuprofeno, señala Presman, y advierte que los antivirales (como el Tamiflu) sólo están indicados por prescripción médica. “Tampoco hay que tomar antibióticos, porque es una infección viral, ni aspirina”, subraya.
La gripe dura entre 7 y 10 días y después de que se la contrae, genera inmunidad contra ese germen. Esto significa que, salvo que circule más de un virus de la gripe, no se puede contraer más de una gripe por año.
Para este año en el país, la cepa que los expertos prevén que circule es la A(H1N1), que será en esta temporada la “cepa estacional”.
Vacuna antigripal
La herramienta más efectiva para prevenir la gripe es la vacuna. Este año el Ministerio de Salud recomienda la vacunación a niños de 6 meses a 4 años inclusive, las embarazadas y puérperas, el equipo de salud y las personas de 5 a 64 años con enfermedades cardíacas, respiratorias, obesidad, inmunosupresión, etcétera. La vacuna es gratuita en los hospitales y centros privados habilitados por Salud.
Si se está vacunado hay menos probabilidad de contraer la gripe, y si se adquiere, es más leve y hay menor riesgo de sufrir complicaciones.
Preparados ante la gripe
En una reunión con el ministro de Salud de la Nación, Juan Manzur, expertos aseguraron que “el país está bien preparado para enfrentar la gripe A”. Destacaron el éxito de la campaña de vacunación antigripal, y que ante un brote, hay suficiente cantidad de antivirales.
Para prevenir
Lavarse las manos con frecuencia; al estornudar o toser, hacerlo en el pliegue del codo; airear las habitaciones, aulas, oficinas, al menos dos veces al día; evitar los cambios bruscos de temperatura; estar bien alimentado ayuda a evitar estas infecciones.
Si se tienen síntomas evitar estar en contacto con otras personas, y no concurrir a lugares cerrados con concentración de gente. Si los chicos tienen síntomas respiratorios, no mandarlos a la guardería o a la escuela.
Fuente: La Voz
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