Luego de la aplastante derrota del gobierno K en las elecciones legislativas, uno si bien conoce el paño, esperaba aunque sea un pequeño cambio. Gran error. No solo no están cambiando nada, sino que están profundizando el desgastado modelo K.
Confirmar a Moreno, poner a Anibal Fernández de jefe de gabinete, dar más poder a Moyano, el posterior mensaje de Néstor Kirchner y Cristina Fernández a la sociedad no hacen más que confirmar que las elecciones no le resultaron ninguna lección. El nivel de soberbia y autismo está intacto.
Sin dudas la suerte de este gobierno está echada. Deberemos esperar 2 años para poder cambiar esta política que producirá más inflación, más desocupación, probablemente un nuevo default, más inseguridad, mayores subsidios a industrias ineficientes de nuestro país como los de electrónicos de Tierra del Fuego que no pueden competir con nadie y por eso piden el famoso impuesto tecnológico.
Sumado a todo esto, la sociedad está altamente preocupada por el avance de la pandemia de la gripe K, perdón gripe A. El haber tapado las cifras reales de esta pandemia por el tema de las elecciones no tiene perdón ni de Dios ni del pueblo argentino. Espero que la justicia algún día haga justicia con este tema. Una sola muerte que se haya producido por esto justifica la cárcel de por vida a los responsables de haberla podido evitar.
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