¿Algo peor que esto debe suceder para que hagamos algo con la inseguridad en la Argentina? Hace poco Candela, ahora Tomás.
Triste, muy triste la realidad argentina. Matar un chico de 9 años es algo inexplicable de un sector de la sociedad muy enferma, que no tiene perdón.
Lo peor es que cada vez hay casos más seguidos y en lugares donde uno jamás se lo hubiera imaginado, como Lincoln.
Nuestros hijos están totalmente desprotegidos. Ya no se puede estar tranquilo ni cuando van, ni cuando vuelven de la escuela.
Tiempos de luto para la Argentina...
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